El Congreso de la Ciudad de México aprobó una reforma que prohíbe matar o herir a los toros en las corridas. A partir de ahora, las faenas en la capital deberán realizarse sin actos de violencia hacia los animales. Esta medida representa un parte aguas en la tradición taurina mexicana.
Con 61 votos a favor y solo uno en contra, el Congreso logró un acuerdo histórico tras 16 años de intentos fallidos por reformar la ley. La iniciativa busca proteger la vida y el bienestar de los toros utilizados en los espectáculos.
¿Qué cambia en las corridas de toros de la CDMX?
El nuevo reglamento establece condiciones estrictas para garantizar la protección de los animales.
A partir de la reforma:
Está prohibido matar al toro, tanto dentro como fuera de la plaza.
- Se elimina el uso de espadas, pullas y banderillas, así como cualquier objeto que cause dolor o lesiones.
- Cada faena tendrá un tiempo máximo de 10 minutos.
- Los cuernos del toro deberán estar protegidos para evitar accidentes y lesiones.
- Quienes incumplan la ley podrán recibir multas de hasta 339 mil pesos.
- Estas modificaciones marcan el inicio de una nueva era para la tauromaquia en la capital, adaptada a criterios de bienestar animal.
¿Por qué la reforma genera controversia?
Organizaciones defensoras de los derechos animales celebraron la medida como un gran avance en la lucha contra el maltrato animal. Consideran que las nuevas corridas son un paso hacia el respeto y la empatía.
Por otro lado, toreros, ganaderos y empresarios del mundo taurino han manifestado su inconformidad. Ellos argumentan que una corrida sin sangre desvirtúa el sentido tradicional de la tauromaquia. También advierten que el toro de lidia podría extinguirse, ya que su cría depende económicamente de estos espectáculos.
Un hito en los derechos animales en México
Esta reforma se da en un contexto donde los derechos de los animales han cobrado fuerza en la agenda pública. En 2018, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) determinó que cualquier práctica que implique maltrato y sufrimiento innecesario a los animales no puede ser considerada una expresión cultural protegida.
La decisión del Congreso de la CDMX refleja esta visión. Con la reforma, la capital se posiciona como un referente en la defensa del bienestar animal en América Latina.
¿Revolución animalista o el fin de una tradición?
El debate sigue abierto. Para algunos, la tauromaquia sin violencia podría transformarse en una versión ética y respetuosa con los animales. Para otros, significa el fin de una tradición cultural y económica con siglos de historia en México.
La pregunta queda en el aire: ¿Revolución animalista o fin de una tradición?