Desperdicio de Alimentos: El enemigo silencioso que vive en tu refri 

Tirar comida es una de las cosas más contaminantes que podemos hacer, y lo hacemos a diario. Suena increíble pero es real. En un mundo en el que millones de personas pasan hambre, tiramos tanta comida que es un problema que desata el cambio climático. 

¿La buena noticia? 

El cambio climático no es un callejón sin salida. Sabemos exactamente qué hacer, cómo hacerlo y qué impacto tendrá. Tenemos las herramientas para frenarlo, desde la ciencia, la tecnología y los saberes tradicionales. Y según Proyect Drawdown, reducir el desperdicio de alimentos es la tercera forma más efectiva de mitigar el cambio climático y el calentamiento global. 

  • Entre 88,5 y 102 gigatoneladas de CO₂ equivalente podrían dejar de emitirse de aquí a 2050 si frenamos este problema.
  • Parece un win-win: ahorramos dinero, reducimos emisiones y evitamos que la comida buena termine en la basura.

¿Qué tan grande es el problema? 

Si el desperdicio de alimentos fuera un país, sería el tercer mayor emisor de carbono, solo detrás de China y Estados Unidos. Cada año el 30% de la comida que se produce en el planeta acaba sin comerse, generando entre el 8 y el 10% de todas las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Mientras tanto, 828 millones de personas en el mundo viven con hambre. 

En pocas palabras: no solo tiramos comida, sino también el agua, la tierra, la energía y el trabajo de personas que invirtieron en producir estos alimentos. Para colmo, cuando los alimentos se pudren en la basura, generan metano, un gas 80 veces más potente que el CO₂ durante sus primeros 20 años en la atmósfera.

Dato para México:

  • Tiramos 20.4 millones de toneladas de comida al año (unos 170 kg por persona).
  • Reducir a la mitad ese desperdicio evitaría cerca de 18 millones de toneladas de CO₂ anuales.

Lo que gobiernos e industrias pueden hacer

Infraestructura y transporte

  • Mejorar la cadena de frío para que los alimentos no se pierdan en el trayecto.
  • Agilizar la logística de recolección y distribución.

Legislación que prohíba el desperdicio

  • Obligar a supermercados y restaurantes a donar comida en buen estado en lugar de desecharla.
  • Fomentar la predicción de demanda para evitar excedentes.

Alianzas con bancos de alimentos

  • Facilitar la donación de productos para que lleguen a quienes más los necesitan.
  • Usar plataformas digitales que ayuden a vender alimentos a punto de caducar a precios reducidos.

¿Y tú, qué puedes hacer?

Aunque necesitamos regulación más estricta, los cambios de hábitos en sencillos en casa pueden marcar la diferencia.

  • Aprende a leer etiquetas: No confundas “consumir preferentemente antes de” con “fecha de caducidad”.
  • Organiza tu despensa: Coloca lo más antiguo al frente para comerlo primero.
  • Planifica tus compras: Haz una lista y evita la tentación de comprar de más.
  • Cocina con sobras: Reinventa platillos con los restos de comida que no vas a usar en ese momento pero si en otra receta. 
  • Dona lo que no uses: Hay bancos de alimentos y organizaciones comunitarias que rescatan productos en buen estado.

Ejemplos que han tenido éxito:

  • Itacate (CDMX): El programa “Itacate” de la Central de Abasto de Ciudad de México recuperó, de 2020 a 2024, 867 toneladas de diversos productos alimenticios perecederos en buen estado, suficientes para servir aproximadamente 331,800 raciones en comedores comunitarios, evitando que se emitieran aproximadamente 63.3 toneladas de CO₂ equivalente.
  • Red BAMX (México). La Red de Bancos de Alimentos de México rescató 149 mil toneladas de alimentos en 2022, beneficiando a casi 2 millones de personas.
  • Ley contra el desperdicio en Francia: Desde 2016, Francia prohíbe a los supermercados desechar comida en buen estado y los obliga a donarla. Como resultado, las donaciones de alimentos aumentaron en un 22% solo en los primeros dos años, reduciendo significativamente la cantidad de alimentos que terminan en vertederos y, con ello, las emisiones asociadas.
  • Apps para evitar el desperdicio: Plataformas como Too Good To Go en Europa o GoodMeal en México permiten que restaurantes y tiendas vendan comida cercana a su fecha de caducidad a precios bajos, evitando su desperdicio. 

Reducir el desperdicio de alimentos no requiere un cambio revolucionario, desde lo individual solo prestar más atención a lo que compras y a cómo lo usamos puede tener un efecto considerable en la reducción de emisiones. Cada vez que tiramos comida, tiramos también el agua, la energía y el trabajo que hubo detrás.

¿Listo para sumarte al cambio? Empieza con tu refrigerador y se parte de la solución.