El principal pulmón verde de la Ciudad de México sufre profundamente por falta de estrategias efectivas y apoyo por parte de las autoridades ambientales. La crisis hídrica y el muérdago han sido sus principales amenazas.
Desde hace unos meses, algo sumamente preocupante está sucediendo en el pulmón verde más importante de la Ciudad de México.
El Bosque de Milpa Alta está viendo cómo sus árboles se secan a un ritmo alarmante.
La razón: la plaga del muérdago y la crisis hídrica.
La culpa: la falta de recursos y estrategias efectivas para su cuidado.
Ah, pero el recorte del 40% al presupuesto de la SEMARNAT qué tal… Se necesitaba un incremento de recursos para el medio ambiente y en este primer año del sexenio de Claudia Sheinbaum, no será concretado.
El daño al Bosque de Milpa Alta se extiende por más de 322 hectáreas, y la comunidad ha tenido que actuar rápido para frenar la destrucción, pero la realidad es que solo se han podido intervenir 5 hectáreas de esta zona afectada.
Las y los comuneros de San Pablo Oztotepec, un pueblo nahua, están luchando contra el tiempo, derribando los árboles secos para estudiar por qué se están marchitando tan rápido, pero cada día que pasa, la plaga avanza, y la situación empeora.
Los árboles que antes protegían el entorno y ayudaban a mejorar la calidad del aire ahora están convirtiéndose en un riesgo de incendio. El cambio climático está golpeando más fuerte que nunca, y sin apoyo ni estrategias efectivas por parte de las autoridades, el Bosque de Milpa Alta se encuentra bajo amenaza.
Es momento de poner atención en nuestros bosques, nuestras playas, en nuestro planeta. Es hora de cuidar y destinar recursos a nuestro bienestar, porque no hay un bienestar humano sin un ambiente saludable que lo respalde.